H.Upmann, nº 1. Lonsdale. Cervantes. 15 de agosto de 2012

     H.Upmann, nº 1. Vitola Lonsdale. Vitola de galera Cervantes. Cepo 42 (16,67 mm). Longitud 165 mm. Precio 6,35 euros. La charla amena con el tabaquero jefe de la cava nos llevó a una caja añejada de H.Upmann nº1, hoy en día ya descatalogado el formato y que por recomendación suya hoy estamos disfrutando, además nos ofrece una relación calidad precio inmejorable. Tenemos entre los dedos un cigarro puro realizado completamente a mano en octubre de 2001. De construcción pareja, de no muy buena ejecución, debido a un torcido no adecuado ó a una ubicación no acertada en la caja, no dispone de un canon demasiado estético, con un acabado de la perilla aceptable. De color colorado carmelita claro, ligeramente aceitoso con nervaduras marcadas y con puntuaciones blanquecinas, de tacto suave y esponjoso, sin variaciones el conjunto del empaque en cajón corriente de 25 unidades, en dos camadas de 12 y 13 cigarros separado por lámina de cedro, está etiquetada con la marca ASP y fecha de fabricación octubre de 2001, por tanto dispone de un buen añejamiento. Una artística anilla con ornamentos geométricos dorados sobre fondos blanco y rojo, el centro ocupado por una venera dorada con fondo blanco, alrededor se disponen las letras blancas de H.UPMANN Y HABANA sobre fondo rojo y orlando la marca dos racimos dorados, se remata la anilla a ambos lados con formas geométricas circulares de borde dorado con fondos blancos y rojos, sin leyenda. El corte con cortapuros de una hoja ovalado plateado, con menos 3/4 del cepo, resultando perfecto y homogéneo. El aroma en crudo de este habano es escaso con recuerdos leves a madera y notas dulces. La fumada en crudo con notas a especias y puntas de pimienta.

     Un encendido eficaz con cerilla de cedro, como siempre sin aire exterior, dispone de un tiro aceptable y una inicial combustión acertada, con un aroma a madera, de escasa intensidad aromática. En el primer tercio el tiro es excelente, con combustión homogénea y uniforme. Una ceniza compacta y homogénea de color gris claro, con anillos concéntricos y descamados, de color gris oscuro, con resultado final de forma plana aunque apunta una ligera forma cónica. El aroma es amaderado, tal vez dulzón y el sabor con notas de tostados, reminiscencias de puntas dulces, no se aprecian las notas especiadas de la fumada en crudo. La fortaleza de este primer tercio es suave-media. El humo exhalado en cada fumada es extensamente cremoso y denso.

     En el segundo tercio el tiro se mantiene excelente pero obliga a no despistarse para no perder la intensidad de la fumada, la combustión se mantiene homogénea. El sabor se acompleja y ahora llegan matices de cuero, madera vieja y puntas vagamente especiadas en el final del paladar. El aroma se intensifica y se vuelve más aromático con notas de madera y puntas dulces, además se mezcla con el olor de tierra mojada del ambiente lluvioso del día de hoy. La ceniza resulta compacta, tornándose en giro, de color gris menos claro que el tercio inicial, dispone de anillos concéntricos de color gris más oscuro y forma final plana. La fortaleza se torna en media.
     Una mala noticia, ya lo anticipaba en el tercio anterior y un despiste me ha llevado a tener que reencender el habano, realizada la tarea de retirada de la capa de ceniza, lo he encendido de nuevo, ahora con "torch". El tiro se reduce y queda por debajo del excelente, la combustión se mantiene homogénea. El sabor se acompleja mucho más, predomina los tostados, las puntas dulces y retrogusto especiado. El aroma es más intenso y más aromático, inundando la estancia exterior de buen tabaco cubano. La ceniza permanece gris clara con escasos anillos concéntricos de color más oscuros. La fortaleza final se mantiene en media. El humo exhalado es tremendamente generoso y muy cremoso. El deleite de la fumada duró 105 minutos.

     Hoy el día se dispone lluvioso con el cielo totalmente encapotado de nubes grises, la temperatura ha descendido y la sensación de frío en la tarde de estío veraniego es sensacional. Durante la fumada cae una fina lluvia que ayuda a concentrarse y recrearse en la degustación del habano, mi soledad solo interrumpida por ligeros voceríos vecinos. Es un placer esta tarde de verano con la presencia de la lluvia y el aroma del buen tabaco cubano.