lunes, 8 de junio de 2020

Cuaba. Salomón. Salomón. 27 de agosto de 2014

Cuaba. Vitola de Salida Salomón. Vitola de Galera Salomón. Cepo 57 (22,23 mm). Longitud 184 mm. 15,10 Euros. 






Terminamos a lo grande con la marca Cuaba, es todo un espectáculo y un deleite tener a la vista este magnífica y excelsa labor, de nombre de vitola de salida y galera Salomón, no podía ser de otra manera llamándose Salomón y lo que ha significado este nombre a lo largo de la historia universal. Si comenzábamos la semana con el pequeño Divinos, seguíamos ayer con un Generosos, hoy rematamos la marca con este Salomón. Una labor como decíamos que solo ver sus dimensiones hacen las delicias del buen fumador, siempre que voy a la cava mi atención se va a estos habanos poderosos en tamaño que invitan al recreo de la fumada durante largo tiempo. Este habano con la forma de doble figurado, de manufactura imponente y superior, dispone de una capa de un precioso color colorado con tendencia a lo maduro pero sin llegar a esa tonalidad, hace que la vestidura sea elegante, fina y realmente bella, en su interior hojas de tripa larga de las vegas de Vuelta Abajo, realizado por manos muy expertas como no puede ser de otra manera por la perfección de su ejecución en todo su desarrollo, con un acabado de la perilla excepcional. En las manos presenta una textura ligeramente seca, aunque no es muy sedosa la textura, sí que gusta acariciarlo y tenerlo entre las manos, cuando procedemos al apriete comprobamos una suavidad adecuada y una esponjosidad que hace presentir el disfrute de la fumada. Es una labor con venas bien tratadas, con homogeneidad en todo su desarrollo y no se aprecian ni baches ni durezas. Una elegante anilla añade mayor belleza a la vestidura, donde contrasta los colores del habano con el dorado de la anilla, una anilla que dispone de una orla central elíptica de fondo vino burdeos, con grandes letras doradas y centradas “CUABA” y en la parte inferior y en menor tamaño con letras blancas “HABANA CUBA”, todo está terminado en borde dorado, en los laterales curvos con mismo fondo vino burdeos y borde dorado, se divida unas decorativas hojas en forma trilobuladas a ambos lados un ramillete de círculos tangentes entre sí, todos estos motivos en el elegante dorado que engalanan la anilla. Se presentan en empaque de cajón habilitado con una capa de 10 habanos, identificado el cajón con las iniciales OEB y fecha de manufactura marzo de 2006, además el empaque está completo y disfrutamos en la cava de tan sensacional visión, seleccionando el segundo ejemplar comenzando por la derecha, comprado hace casi un año y estabilizado en mi humidor con 70% de humedad con periódicas rotaciones de cuarto de vuelta. Realizamos el corte después del encendido por lo que no podemos reseñar la fumada en crudo. El corte es realizado con cortapuros de dos hojas marca XICAR, con algo menos de la mitad del cepo, siendo el resultado homogéneo, preciso, recto, y sin ningún daño en la perilla. Se realiza el encendido con varilla de cedro preencendida con mechero Bic. Esta prolija labor la tenemos en la nariz, en frio sentimos aromas de maderas, notas frutales que descargan recuerdos dulzones, un olor muy agradable. En esta fase organoléptica me he recreado largamente y he disfrutado de forma poco habitual. 







Que gran momento el encendido de esta labor tan sublime, tan excelsa. El calor era latente en este final de agosto, ni la brisa del mar ayudaba a sofocar este estío, pero da igual teniendo entre las manos este ejemplar. Un habano encendido con varilla de cedro que preenciendo con encendedor BIC, una llama adecuada que acerco el pie, bien estrecho por su forma de doble figurado, y con un momento pequeño de calor y un remate de ligero movimiento tenemos dispuesto el habano, hoy sin embargo aunque llegaba el aroma tipico de Cuaba, no era tan profundo ni tan fuerte como las vitolas anteriores. Comienzan de forma tímida a desprender los aromas a la vez que corto el puro con cortador de doble hoja, un corte perfecto como requiere este cigarro perfecto, algo menos del diámetro del cepo. Acerco el habano a mi boca y siento una poderosa sensación. Una bocanada de humo llena mi cavidad bucal, exhalo de forma pausada y veo un maravilloso humo blanco, sedoso, aromático y rico en sabores. El tiro inicial se presenta de forma excelente, no se si será la forma de doble figurado pero tengo que decir que siempre que fumo una labor doble figurado el tiro siempre es excelente o casi excelente, dando buena carga de humo en boca, sin ser excesiva la mayor de las veces, que permite prolijas exhalaciones y disfrutar de los matices de sabores. Quema de forma homogénea este poderoso habano, nos ofrece una visión espléndida con una ceniza compacta, impolutamente blanca, con escasez de anillos, como digo todo un deleite para el aficionado, pero a mitad de este primer tercio necesita una pequeña rectificaci´ón para igualar la quemada de la capa. Los aromas que llega se matizan entre las maderas, las notas dulces y ligeramente afrutadas, creo que el menos aromáticos de los Cuaba que he fumado. En boca disfrutamos de sabores intensos de maderas, notas dulces, leves momentos empireos, lo que no aparecen son ningún matiz especiado, ni ningún sabor desagradable. La fortaleza la podemos situar en una gama suave-media. Disfruto de este primer tercio de forma magistral, no sublime porque el aroma no es el que esperaba y que tanto me fascina. 






Entramos en el segundo tercio, de forma súbita y cuando iba a alojar para su descanso el habano en el cenicero, cae de la ceniza de forma intempestiva, dejando un resultado ligeramente cónico. Ya hemos entrado en la parte de mayor diámetro del cepo, si el tiro en el tercio anterior era excelente, ahora en este tercio y con mayor cepo sigue el mismo desarrollo, un tiro excelente. La combustión aunque está homogénea la mayor parte de la fumada, le ayudo con alguna pequeña modificación, leve pero efectiva con encendedor BIC. La ceniza se mantiene en tonalidad grisácea blanquecina, compacta, con escasos rodales concéntricos de tonalidad más oscura, pero que no afean en absoluto la mirada de la combustión. De nuevo el aroma nos transmite las sensaciones de esa unión de Aroma-Cuaba que siempre tengo presente en la memoria, evoluciona ligeramente con el tercio anterior, con predominio de la madera y los dulzones, pero ahora llegan ligeras notas especiadas, pero al finalizar este segundo tercio me viene ese aroma típico "cuabaqueños". En el sabor también se acompleja y evoluciona , siguen presente las maderas, el sabor cubano, pero ahora se matizan también ligeros sabores de especias aromáticas, con recuerdo de puntas de clavo, también por su presencia en el olor. Con respecto a la fortaleza de la fumada no aumenta y permanece en el rango del suave medio. 






Estamos ante el último y tercer tercio de este doble figurado sensacional de nombre Salomón. El tiro permanece excelente, como en toda la fumada no ha bajado ni un ápice, manteniéndose constante en todo el desarrollo de la misma, con buena carga de humo en boca, exhalaciones de fino humo blanco, meloso y muy cremoso, todo un deleite. No podemos decir lo mismo de la combustión que aunque la podemos considerar homogénea y uniforme, ha necesitado de alguna corrección, leve y pequeña pero al fin y al cabo corrección, que impide el natural desarrollo de la quema. La ceniza como el tiro, también un espectáculo, compacta, prolija, incólume, de preciosa tonalidad, de nuevo grisácea blanquecina, cuando cae la ceniza en el cenicero queda una forma plana. Cuando la ceniza casi llega a la anilla vuelve a caer y otra vez el resultado es plano. De nuevo el aroma emociona en la fumada, ya llegó en la última fase del tercio anterior, ahora se impone con más notoriedad las notas especiadas, muy aromáticas, con menor presencia de las maderas y los dulzones, el aroma típico de Cuaba. En boca se da una conjunción muy sabrosa de notas dulzonas en contraposición con notas especiadas, dejando una rica sensación en el retrogusto. La fortaleza aumenta ahora al final y queda en un grado medio. Que memorable fumada, que meritorio este Salomón, todo un disfrute de duración de 139 minutos, descansa relajado hasta su final donde bien mereces Salomón. 






Esta tarde me acompañó el silencio, me encanta disfrutar del silencio y porque no decirlo también de la soledad, aunque me gusta la compañía, pero cuando reseño mis habanos me gusta estar solo. He disfrutado mucho en todas las fases de esta labor, desde su compra en la cava y esa visión de cajón completo, como de las enésimas veces que he rotado el habano en mi humidor, como de la fase organoléptica previa a la fumada, pero sobre todo me he deleitado en la fumada de este Salomón de Cuaba. Quiero terminar con una mítica frase, y de mis preferidas, que dijo el emperador Justiniano cuando vio terminada la construcción de Santa Sofía en Constantinopla de los afamados Antemio de Tralles e Isidoro de Mileto y cuyo verdadero arquitecto es la Luz, "Salomón te he vencido". Yo añadiría en relación a este habano "Salomón gracias por tan excelso disfrute".

lunes, 1 de junio de 2020

Cuaba. Generosos. Generosos. 26 de agosto de 2014

Cuaba. Vitola de Salida Generosos. Vitola de Galera Generosos. Cepo 42 (16,67 mm). Longitud 132 mm. 7,95 Euros. 





Si ayer disfrutamos de una fumada divina con el más pequeño del vitolario de Cuaba, hoy proseguimos con la marca y con esta vitola de generosos. Una labor majestuosa ante nosotros, como todas las de la marca y su configuración de doble figurado, elaborado por expertas manos torcedoras que conocen bien el oficio. Un alta regalía de tripa larga con hojas de las vegas de Vuelta Abajo, con un acabado estupendo de la perilla y una buena carga de tabaco que hace presumir una fumada adecuada. Se viste este habano con una bonita capa de tonalidad colorado claro, con homogénea en el color en todo su desarrollo. Ya en la mano presenta una textura seca, con indicios leves de aceitosidad, sin llegar a tenerla por lo que a la vista presenta escasez de brillo. Presenta la capa venas marcadas con un adecuado tratamiento de las mismas, cuando procedemos al apriete nos muestra una esponjosidad adecuada y muy suave. La anilla de Cuaba es elegante, dispone de una orla central elíptica de fondo vino burdeos, con grandes letras doradas y centradas “CUABA” y en la parte inferior y en menor tamaño con letras blancas “HABANA CUBA”, todo está terminado en borde dorado, en los laterales curvos con mismo fondo vino burdeos y borde dorado, se divida unas decorativas hojas en forma trilobuladas a ambos lados un ramillete de círculos tangentes entre sí, todos estos motivos en el elegante dorado que engalanan la anilla. Se presentan en empaque de cajón habilitado con dos capas de 12 y 13 habanos con separación de lámina de cedro. Está identificado el cajón con las iniciales PEL y fecha de manufactura agosto de 2002, por tanto estamos ante un habano con más de diez años, bien conservado en la cava cacereña de Javier Franco y estabilizado en mi humidor durante un año desde la fecha de compra. Realizamos el corte después del encendido por lo que no podemos reseñar la fumada en crudo. El corte es realizado con cortapuros de dos hojas marca XICAR, con algo menos de la mitad del cepo, siendo el resultado homogéneo, preciso, recto, y sin ningún daño en la perilla. Se realiza el encendido con varilla de cedro preencendida con mechero Bic. En nariz este excelso doble figurado nos presenta aromas tabaqueros, amaderados y dulzones. 







Una vez comentada la fase organoléptica y cómodamente sentado en mi mirador marino, de nuevo con buena música de fondo, hoy me acompaña nada más y nada menos que el Carmina Burana de Carl Orff, resguardado del viento y de este sol costero que calienta sobremanera este final estival. Preenciendo la varilla de cedro con el encendedor Bic, y acerco este Cuaba a la llama con la distancia necesario para que apenas toque la llama pero logrando el encendido con el calor de la misma, voy ligera y pausadamente girando el habano, hasta conseguir el anillo de brasa deseado lo finalizo con un golpe con mechero BIC, por último doy unos ligeros movimientos de muñeca para lograr la homogeneidad del encendido. Cuando he logrado el encendido deseado, acto seguido acerco el cortapuros a la perilla y realizo el corte, suficiente, homogéneo y limpio. Comienzan a aparecer los aromas típicamente de Cuaba. En el inicio de la fumada el tiro se sitúa en la excelencia, adecuado que permite una carga de humo en boca generosa, pero con exceso que permite disfrutar de los matices de este Alta Regalía. La combustión inicial se muestra homogénea, pero luego se torna en heterogénea que requiere un pequeño rectificado con encendedor BIC, con una ceniza de tonalidad con gris oscura con anillos concéntricos, pareja en el inicio y después de la rectificación con zonas escamadas y ligeramente despeinadas por dicha operación al quemar la capa de forma violenta, en este primer tercio no cae el bloque de ceniza que es prolijo y compacto. Los aromas que llegan en nariz son exquisitos, meramente “cuabaqueños” con recuerdos amaderados, dulzones, muy aromáticos. En el sabor destacan notas tostadas, llegan matices dulzones pero en el retrogusto llegan notas especiadas muy sutiles, muy sensibles, que hacen las delicias del fumador. La fortaleza se sitúa en un rango de gama suave-media. 








Entramos en el segundo tercio con el inicio de la parte central del cepo, el tiro de nuevo excelente con buena carga de humo, un humo sedoso, blanco, abundante sin rozar el exceso y que garantiza la degustación del sabor. La combustión aunque homogénea precisa de una pequeña modificación al caer la ceniza por primera vez con un resultado ligeramente plano, a partir de ese momento la combustión permanece homogénea. La ceniza se torna en un gris más blanquecino, bastante compacta y con ligero despeinado, se presenta con anillos concéntricos con separaciones de escaso grosor. De nuevo el aroma sorprendente, aromático, llegan las maderas, los tonos dulces, pero ahora también llegan notas especiadas, que maravilloso momento ofrece el aroma de Cuaba. En cuanto a los sabores se acompleja en el retrogusto con mayor implicación de lo especiado, matices tostados, dulzones y amaderados. Y aunque aumenta algo la fortaleza, lo hace tan frágilmente que la fumada se sitúa en el mismo rango del tercio anterior. 






Y llegamos a este último tercio, con tristeza como ocurre siempre que estás disfrutando de un maravilloso momento. No me han gustado nunca los finales, aunque sean bonitos finales. Como en toda la fumada el tiro se vuelve a comportar de manera excelente, disfruto de esta fumada, de este momento efímero pero memorable, solo reseñar que a mitad de este tercio bajó el tiro momentáneamente pero recuperado rápidamente. La combustión de este tercio final se presenta totalmente homogénea, con una ceniza compacta, gris blanquecina, de anillos concéntricos y sin fisuras. La capa ha permanecido intacta toda la fumada, de nuevo cae la ceniza prolija, casi al final y el resultado es plana con una ligera forma cónica. Y otra vez se presenta maravilloso este aroma "cuabaqueño". Los sabores se endurecen un tanto, ahora ganan la partida los especiados a los dulzones, pero quedan el retrogusto también notas amaderadas y tostadas como en tercios anteriores. La fortaleza aumenta y evoluciona un rango más, situándola en su momento final en media. Todo lo que empieza acaba y este disfrute ha tenido una duración de 98 minutos. 






Otro Cuaba plausible, excelso, elegante y meritorio. Generoso en el tiro, en el aroma y los sutiles matices de sus sabores, no se podía hacer mejor reconocimiento a su vitola de salida y galera que comparten el mismo nombre. Bellas Vistas, Grande Carmina Burana, Enorme Cuaba, Generosa Fumada.