domingo, 23 de junio de 2019

Cuaba. Divinos. Petit Bouquet. 25 de agosto de 2014

Cuaba. Vitola de Salida Divinos. Vitola de Galera Petit Bouquet. Cepo 43 (17,03 mm). Longitud 101 mm. 5,65 Euros.

Comenzamos nuestra temporada vacacional, con otros aires, más lejanos que los de costumbres, con una brisa inusual en nuestras latitudes y un paisaje donde priman los azules tanto cerúleos como añiles. Iniciamos estas reseñas de 2014 con este pequeño gran habano de la casa Cuaba, una de mis preferidas por ese aroma tan inconfundible. Después de adquirir este habano la pasada temporada, han estado alojados en mi humilde humidor durante casi un año, manteniendo constantes las variables y girando cuarto de vuelta periódicamente para que la conservación del habano sea correcta. Este divinos de Cuaba esperemos que haga buen uso de su nombre cuando acabemos la fumada. De inicio, en la fase organoléptica y en la cava si hace mención a su nombre. Destacamos como casi la totalidad de la marca la exquisita forma con la se conforma su doble figurado, de una manufactura digna de un gran torcedor, una labor de buen torcido que se presenta con una carga adecuado de tabaco, con hojas de tripa larga que se cultivan en las afamadas vegas de Vuelta Abajo, se acaba de forma magistral la perilla y en si todo este habano de alta regalía. A la vista se presenta con una capa vistosa de una tonalidad colorado clara, sin apenas variación de color en la pequeña longitud de este habano, cuando lo tenemos en las manos destacamos su tacto ligeramente oleoso, que hace los deleite del fumador, con venas ligeramente marcadas y bien tratadas, cuando hago el apriete entre los dedos nos muestra una esponjosidad y suavidad adecuada, solo destacar una ligera dureza en el pie de este ejemplar. Acompaña de forma elegante, como todas una anilla que dispone de una orla central elíptica de fondo vino burdeos, con grandes letras doradas y centradas “CUABA” y en la parte inferior y en menor tamaño con letras blancas “HABANA CUBA”, todo está terminado en borde dorado, en los laterales curvos con mismo fondo vino burdeos y borde dorado, se divida unas decorativas hojas en forma trilobuladas a ambos lados un ramillete de círculos tangentes entre sí, todos estos motivos en el elegante dorado que engalanan la anilla. Se presentan en empaque de cajón habilitado con dos capas de 12 y 13 habanos con separación de lámina de cedro. Está identificado el cajón con las iniciales EMA y fecha de manufactura mayo de 2008. Realizamos el corte después del encendido por lo que no podemos reseñar la fumada en crudo. El corte es realizado con cortapuros de dos hojas marca XICAR, con algo más de la mitad del cepo, siendo el resultado homogéneo, preciso, recto, y sin ningún daño en la perilla. Se realiza el encendido con varilla de cedro preencendida con mechero Bic. Este bello doble figurado cuando nos lo acercamos a la nariz en frio sentimos aromas tabaqueros, de madera, con reminiscencias dulzonas, llegan también notas terrosas, todo muy cubano, como la música que me acompaña en esta fumada, uno de los grandes músicos cubanos, don Ibrahim Ferrer, va por usted allá donde esté.












Es todo un disfrute el encendido de un cuaba, después de prender la varita de cedro con encendedor BIC, y acercar este pequeño gran habano a la llama, han comenzado a aparecer los primeros aromas, inconfundibles de la marca CUABA, como he definido en alguna otra reseña, los aromas cuabaqueños. He calentado el pie, después he girado varias veces el ejemplar, para con pequeños y sutiles movimientos de muñecas, alcanzar con facilidad el aro de brasa en todo el pequeño perímetro de esta forma doble figurada. Ya encendido el habano procedo a realizar el corte con el cortapuros Xicar, con precisión, dando un resultado limpio, homogéneo y algo menos de la mitad de su cepo. Acerco la perilla recién cortada a mis labios y realizo la primera inhalación. Maravilloso momento, creo que es uno de las más divinos momentos que un buen aficionado al habano pueda tener. Debido a su pequeña dimensión vamos a hacer la reseña en dos medios, sé que no es lo correcto, pero se define mejor así por su tamaño. El inicio de la fumada tenemos un tiro aunque no dificultoso, si escaso, pero solo ha sido un fugaz momento, porque posteriormente se presente un tiro bueno, no lo considero excelente, porque es demasiado la carga de humo en boca, y lo que en principio puede ser interesante, posteriormente no resulta cómoda la fumada con un tiro demasiado excesivo, no me permite alcanzar con tanta carga los matices de sabores, en los que destacamos netamente la madera, notas tostadas, con muy ligero retrogusto dulzón, no aparecen sabores especiados, ni tampoco sabores que algún momento compliquen la fumada. Son sabores netamente cuabaqueños. La combustión se presenta algo dispareja en el inicio de la fumada, tal vez en complicado acertada en el encendido con la forma de doble figurado y hasta que alcanza su pleno desarrollo no se estabiliza. El resultado de la combustión nos da una ceniza muy compacta, con escasos anillos, de un color gris claro, sin zonas escamadas ni despeinadas, dando un carácter compacto la misma. Y qué decir de estos aromas tan sutiles, en los que destaca la madera, el dulzor, los tostados, las notas empíreas. Un aroma claramente identificado con esta marca. En cuanto a la fortaleza de este primer medio la situaremos en el rango de suave.





Entramos en el segundo medio, anticipado por un despiste mío cuando estaba entusiasmado escribiendo las notas del primer medio y se ha apagado el habano, para mí esto es más que una tragedia griega, pero con calma vuelvo a recuperar el encendido, ahora utilizo el encendedor BIC. Si el apagado es una tragedia como digo, el reencendido te devuelve otra vez de uno de los momentos más litúrgicos de la fumada. De nuevo alcanza la labor su aro de brasa completo, de nuevo volvemos a inhalar la primera carga de humo y otra vez notamos un tiro excesivo, que libera gran cantidad de humo blanco, sedoso, aromático como pocos, pero en exceso con el que se pierden matices, sensaciones, sabores. La combustión de este segundo medio es totalmente homogénea, con una ceniza con escasos anillos, éstos concéntricos con una tonalidad gris blanca, sin apreciaciones de escamas, cuando la ceniza cae deja una forma completamente plana. Llegan a la boca sabores amaderados, dulzones, éstos de forma más notable, con un retrogusto de ligera terrosidad, y sin apariciones de especias ni sabores desagradables. Y otra vez este aroma, este maravilloso aroma, que llena de un pedacito de Cuba este lugar que ahora ocupo y con el que disfruto y me deleito de forma prolija. Ahora la fortaleza gana terreno, aunque de forma sutil, aumentando un escalón, dejándola en una fortaleza suave-media. Y termina este momento placentero, descansan los restos de este Divinos en el cenicero hasta su apagado completo después 63 de minutos. 






Entre sones, guajiras, danzones y guarachas de este grande de la canción cubana y en medio de un gama de azules increíbles del mar Mediterráneo contrastados con los verdes del follaje de pinos y palmeras hemos disfrutado de este habano de Alta Regalía, y que pese a su escasez de longitud ha resultado ser un habano Divinos, hacienda gala de su nombre.