El rey del mundo. Vitola Corona de Luxe. Vitola de galera Corona. Cepo 42 (16,67 mm). Longitud 142 mm. Precio 5,80 euros. Ya tenía la marca seleccionada cuando acudí a la cava y solo quedaba elegir el formato, el amigo “Samu” sacó varios cajones y elegimos este ejemplar. Se trata de un puro realizado completamente a mano con tripa larga de la cubana Vega Vuelta Abajo. De construcción pareja, de estilizado y elegante canon, con un acabado de la capa idóneo y una perilla impecable. Presenta a la vista una capa de color colorado claro, con apariencia seca y venas sumamente marcadas con escasez de puntuaciones, un tacto algo áspero. Se presenta en el empaque del conjunto con escasas variaciones, en cajón corriente de 25 habanos dispuestos en dos camadas de 12-13 habanos separados por lámina de cedro, etiquetado con las siglas REC, fabricado en octubre de 2001, por tanto adecuadamente añejado en cava, el cajón dispone de una tapa cubierta con una preciosa lámina que preside una escena exótica de un joven príncipe indígena sobre un bello carro tirado por animales (un caballo, un elefante, un camello, un burro y una cabra macho), una leyenda indica la antigüedad de la marca (FABRICA DE TABACOS - ESTABLECIDA EN 1848). La marca longeva ya producía puros en el año 1848, hoy día elaborados en la fábrica de Romeo y Julieta. Una elegante anilla corona este cigarro con un predominio del fondo dorado, presidiendo el centro con un escudo dorado y sobre un fondo amarillo circundado a éste las letras en rojo en la parte superior "EL REY DEL MUNDO" y en la zona inferior "HABANA", arriba y abajo en el contorno una línea curva quebrada en color rojo remata la zona central, para terminar en los laterales con dos escudos circulares de color dorado y sobre ellos dos bandas horizontales rojas con el interior con leyenda en letras blancas, a la derecha HABANA y a la izquierda CUBA. El corte con cortapuros de una hoja ovalado plateado, con menos 3/4 del cepo, resultando imperfecto, homogéneo y con ligera descamación de la capa. El encendido con cerilla de cedro Swedish Match. El aroma en crudo de este habano recuerda a madera y toques dulces en la zona del corte, en la zona de capa ligero olor a establo. La fumada en crudo con sabor dulce a tostados y frutos secos. Acompaño el habano con combinado de “gin tonic” con Beefeater y tónica fever-tree con tres piedras de hielo servido en copa de balón.
Un encendido adecuado, como siempre sin aire exterior, con un tiro inicial bueno pero no excelente, sin embargo, si presenta una excelente combustión, desprende un aroma muy aromático. Una ceniza muy compacta y homogénea de color gris muy claro, con escasos anillos concéntricos de color más oscuros, con resultado final de forma ligeramente cónica. El aroma es muy amaderado y aromático y el sabor presenta notas a tostados, frutos secos y reminiscencias finales con puntas escasamente dulces. La fortaleza de este primer tercio es suave. El humo exhalado en cada fumada no es tan amplio, pero si intenso y cremoso.
En el segundo tercio el tiro aumenta y pasa ahora a excelente, la combustión se mantiene homogénea. El sabor se acompleja y se detecta ahora sabor a madera con retrogusto de cedro y madera seca. El aroma resulta amaderado y muy aromático. La ceniza no es tan compacta, permanece el color gris muy claro con una sucesión de anillos concéntricos de color casi negro y forma final ligeramente cónica, casi señalando la planicie. La fortaleza permanece suave en este tercio.
En el último tercio el tiro permanece en excelente, así como la combustión homogénea. El sabor se acompleja mucho más, con escasez de presencia de lo dulce, con retrogusto amalgamado de tostados, frutos secos y maderas. El aroma continúa amaderado y muy aromático. La ceniza permanece gris clara, menos compacta que los dos tercios anteriores, disponiendo de escasos anillos concéntricos y variables de color gris más oscuros, incluso tornando la vista se vuelven casi negros. La fortaleza final aumenta y podemos terminar el habano con una definición de fortaleza suave-media. Casi al final de la fumada se apaga el ejemplar, retiro toda la ceniza y reenciendo con "torch" para seguir disfrutando un rato más de este placer inenarrable. Al final, después de 91 minutos y apurando hasta el último resquicio, el puro reposa tranquilo para siempre en el cenicero.
Mi primer maridaje con el habano y un “gin tonic” hace más refrescante esta tarde de calorífico sopor, solo aliviado por el aire que mece las lámparas del porche de la casa del campo. Hoy el cielo se presentaba grisáceo por el bochorno que acaecía y no dejaba disfrutar de la presencia de los azules cerúleos. El maridaje no creo que haya sido acertado, pues el “gin tonic” no me deja apreciar los matices de sabores de este habano. Resaltar de este buen cigarro que dispone de una elevada relación calidad-precio, un puro muy adecuado tanto en tamaño, cepo y fortaleza para los que quieran iniciarse en este magnífico disfrute de fumar puros habanos.
En el segundo tercio el tiro aumenta y pasa ahora a excelente, la combustión se mantiene homogénea. El sabor se acompleja y se detecta ahora sabor a madera con retrogusto de cedro y madera seca. El aroma resulta amaderado y muy aromático. La ceniza no es tan compacta, permanece el color gris muy claro con una sucesión de anillos concéntricos de color casi negro y forma final ligeramente cónica, casi señalando la planicie. La fortaleza permanece suave en este tercio.
En el último tercio el tiro permanece en excelente, así como la combustión homogénea. El sabor se acompleja mucho más, con escasez de presencia de lo dulce, con retrogusto amalgamado de tostados, frutos secos y maderas. El aroma continúa amaderado y muy aromático. La ceniza permanece gris clara, menos compacta que los dos tercios anteriores, disponiendo de escasos anillos concéntricos y variables de color gris más oscuros, incluso tornando la vista se vuelven casi negros. La fortaleza final aumenta y podemos terminar el habano con una definición de fortaleza suave-media. Casi al final de la fumada se apaga el ejemplar, retiro toda la ceniza y reenciendo con "torch" para seguir disfrutando un rato más de este placer inenarrable. Al final, después de 91 minutos y apurando hasta el último resquicio, el puro reposa tranquilo para siempre en el cenicero.
Mi primer maridaje con el habano y un “gin tonic” hace más refrescante esta tarde de calorífico sopor, solo aliviado por el aire que mece las lámparas del porche de la casa del campo. Hoy el cielo se presentaba grisáceo por el bochorno que acaecía y no dejaba disfrutar de la presencia de los azules cerúleos. El maridaje no creo que haya sido acertado, pues el “gin tonic” no me deja apreciar los matices de sabores de este habano. Resaltar de este buen cigarro que dispone de una elevada relación calidad-precio, un puro muy adecuado tanto en tamaño, cepo y fortaleza para los que quieran iniciarse en este magnífico disfrute de fumar puros habanos.
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