Un encendido excepcional, realizado sin aire exterior, saboreando dos fumadas iniciales espectaculares y con excelente tiro que combustiona de forma heterogénea en el desarrollo de la fumada, con un aroma amaderado muy aromático. La ceniza se muestra compacta, uniforme y homogénea, de anillos concéntricos escamados, de color gris claro con algunas líneas de las anillas negras y puntitas de un blanco impoluto, con resultado final de forma cónica. El sabor a notas especiadas, con toques de pimienta y tostados, al final queda regusto dulzón. La fortaleza de este primer tercio es suave. La fumada del primer tercio es espléndida con un humo de cada fumada intenso, cremoso, muy largo e inmenso.
En el segundo tercio el tiro se mantiene excelente, la combustión se mantiene homogénea. En el sabor se acomplejan los matices, predominan los sabores tostados y ligeramente especiados. El aroma permanece amaderado y aromático. La ceniza se muestra compacta y homogénea, de anillos concéntricos, de color gris claro, con puntitas muy blancas, con resultado final de forma cónica. La fortaleza se agudiza y aumenta a medio. Un humo cremoso y extenso se desarrolla durante este segundo tercio.
En el último tercio el tiro se mantiene excelente, sin embargo la combustión se mantiene ahora homogénea después del rectificado inicial de este tercer tercio. El sabor sigue complejo con notas tostadas y especiadas, con regusto dulzón. El aroma continúa amaderado y muy aromático. La fortaleza final tiende a medio fuerte.
La fumada es espléndida con un humo intenso, cremoso, muy largo e inmenso. Me resisto a que termine este placentero momento, vuelvo a apurar el habano y expelo las últimas bocanadas de humo intenso después de 121 minutos, al final reposa el cigarro puro en el cenicero donde descansa hasta su final liberando su inolvidable y agradable aroma. El otoño ha comenzado con el mismo calor que acabó el verano, el cielo se dibuja de un color azul lapislázuli, casi estamos terminando esta primera temporada de fumadas de habanos, tal vez sea ésta la última fumada, para ello me acompaño y revisiono entre una nebulosa de fino humo el inmenso documental que rodara Win Wender y produjera Ry Cooder allá por 1999 "Buena Vista Social Club", con la recuperación de un elenco de excelsos cantantes cubanos, además en algunas escenas del documental se ven como saborean los habanos estos grandes músicos olvidados como Compay Segundo, Ibrahim Ferrer, Pío Leyva y Manuel “Puntillita” Licea. Me emociono durante muchas escenas de este hermosísimo documental. Concluyo con una definición de Guillermo Cabrera Infante, que tomo de su libro Puro Humo “Un puro es como una pasión: primero se le prende, luego arde rojo, violeta, virulento, luego crea ascuas y cría cenizas: una pasión consumida”.
En el último tercio el tiro se mantiene excelente, sin embargo la combustión se mantiene ahora homogénea después del rectificado inicial de este tercer tercio. El sabor sigue complejo con notas tostadas y especiadas, con regusto dulzón. El aroma continúa amaderado y muy aromático. La fortaleza final tiende a medio fuerte.
La fumada es espléndida con un humo intenso, cremoso, muy largo e inmenso. Me resisto a que termine este placentero momento, vuelvo a apurar el habano y expelo las últimas bocanadas de humo intenso después de 121 minutos, al final reposa el cigarro puro en el cenicero donde descansa hasta su final liberando su inolvidable y agradable aroma. El otoño ha comenzado con el mismo calor que acabó el verano, el cielo se dibuja de un color azul lapislázuli, casi estamos terminando esta primera temporada de fumadas de habanos, tal vez sea ésta la última fumada, para ello me acompaño y revisiono entre una nebulosa de fino humo el inmenso documental que rodara Win Wender y produjera Ry Cooder allá por 1999 "Buena Vista Social Club", con la recuperación de un elenco de excelsos cantantes cubanos, además en algunas escenas del documental se ven como saborean los habanos estos grandes músicos olvidados como Compay Segundo, Ibrahim Ferrer, Pío Leyva y Manuel “Puntillita” Licea. Me emociono durante muchas escenas de este hermosísimo documental. Concluyo con una definición de Guillermo Cabrera Infante, que tomo de su libro Puro Humo “Un puro es como una pasión: primero se le prende, luego arde rojo, violeta, virulento, luego crea ascuas y cría cenizas: una pasión consumida”.