Volví a ir de nuevo a la cava después del largo y frío invierno, teniendo la suerte de conocer a representantes de Habanos que junto con el tabaquero jefe estuvimos departiendo en amena charla sobre nuestra afición. Esta manufactura de Trinidad en su formato Reyes está realizada a mano con hojas de la vega "El Corojo" de Vuelta Abajo y para la tripa con hojas de las vegas de Pinar del Rio, San Juan y Martínez en Vuelta Abajo. Presenta una construcción pareja y ejemplar con su acabado en rabo de cochino tan característico de la marca. Presenta a la visión un color colorado tendente a lo maduro, una capa de textura aceitosa y resbaladiza que hace que acaricie repetidamente el ejemplar, la presentación de venas son escasamente marcadas y aparecen alguna línea más oscuras que recorre la verticalidad del habano. Al tacto como decíamos se presenta suave debido a su carácter aceitoso, y al apriete aparece esponjoso con escasez o ninguna dureza en el recorrido. Se presenta sin variaciones en el empaque en cajón SBN que se disponen 24 cigarros puros, con cuatro capas de 6 habanos separados con lámina de cedro, identificado con las siglas UUR y con fecha de manufacturación JUN 08. Una anilla preciosa en la que predominan los colores dorados y amarillo con las letras de TRINIDAD en negro enmarcada en un óvalo de borde dorado que ocupa también el logotipo de la marca con las tres tés, dos inferiores tangentes y otra mayor sobre ellas en color negro, que nos ofrecen una singular figura geométrica, en los márgenes del óvalo central el mismo motivo del logotipo de las tres tés pero ahora en color dorado y a cado lado en color negro las letras CUBA (en la izquierda) y HABANA (en la derecha). El corte lo realizo después del encendido con cortapuros de una hoja marca XICAR, con algo más de la mitad del cepo, resultando perfecto en el corte, limpio pero no homogéneo, por fallo mío en la ejecución. El encendido antes del corte lo realizo con varilla de cedro. El aroma en crudo de este habano en la capa recuerda a aromas terrosos, también a madera, no realizo en este caso la fumada en crudo.
Un encendido en el exterior resguardado de corrientes de aire, plácido, tranquilo, sin nadie a mi rededor que me permite un disfrute máximo. Enciendo con varilla de cedro previamente llameada con Bic, y tomamos la primera bocanada de humo en boca, que nos presenta un tiro adecuado, una cantidad de humo acertada, se distingue unos matices de fortaleza suave, muy suave y agradable, sé que soy de fortaleza suave, me gustan, es cuestión de gustos. El tiro es bueno, permite buena amplitud en la bocanada de humo, de color blanco y cremoso. Dispone de una combustión heterogénea, que me hace rectificar el habano y para ello echo mano del Bic, una vez corregida el primer tercio combustiona de forma homogénea. Una ceniza compacta, con anillos concéntricos, escamados yo diría que despeinados, de color gris claro, con intervalos más oscuros y multitud de puntitas blancas, terminado el tercio la ceniza aun permanece completa. El aroma es puramente amaderado, cubano, intenso, aromático, te envuelve en un entorno apacible y agradable. El sabor presenta notas de tostados, tonos dulzones, con un retrogusto melifluo y muy sedoso que te deja el paladar muy suave. La fortaleza de este primer tercio es suave. Este primer tercio no permite distracciones, pues pierde fuerza el tiro y si no estás pendiente arruinas la fumada con el apagado del mismo, por ello no puedo perder detalle ni perderme en pensamientos superfluos.
Antes del iniciado el segundo tercio, limpio mis papilas con un poquito de agua mineral para hacer frente a esta parte del habano, el tiro se mantiene bueno, y ahora la combustión es homogénea, no necesitando rectificado alguno. El sabor se acompleja algo en matices, siguen las líneas de tostados, llegan algunas puntas escasas de especies, pero siguen llegando las notas dulces y de nuevo esa fantástica sensación de ligereza y suavidad que se aloja en el paladar. El aroma permanece amaderado y tan cubano con el tercio inicial. La ceniza ha caído al suelo mientras portaba el puro en la mano y reseñar que ha caído en más de la mitad del mismo, con un resultado final "quasi" plano, a diferencia del primer tercio la ceniza se comportó sin apenas anillado y de un color gris muy claro. La fortaleza aumenta ligeramente pero no llega a alcanzar el grado medio. A la caída de la ceniza pierde algo de fuerza el tiro, pero sigue manteniendo la cremosidad en la bocanada de humo.
Finalizamos con un último tercio, donde el tiro es bueno, pero porque estás pendiente de la fumada, la combustión de nuevo como el tercio anterior se mantiene homogénea. El sabor sigue con el predominio de los tostados, las notas dulces y melifluas, alguna nota ligera especiada pero casi inapreciable. El aroma continúa tan cubano como en todo el desarrollo de la fumada. La ceniza compacta de gris blanco con algunas de líneas negras, escasez de anillos y multitud de puntitas blancas. La fortaleza sube a media pero creo que debido a la insistencia en la fumada para que no aparezca el indeseable apagado. Finalizamos la fumada y dejamos reposar el habano en el cenicero, regalo de la familia el día de Reyes, es la primera vez que lo uso y no podía ser con otro habano que no fuera este Trinidad Reyes, ahora descansa en la eternidad del apagado después de 68 minutos de recreo y disfrute.
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