jueves, 20 de junio de 2013

H.Upmann. Petit Corona. Mareva. 20 de junio de 2013

              
                H.Upmann. Vitola Petit Corona. Vitola de Galera Mareva. Cepo 42 (16,67 mm). Longitud 129 mm. 5,85 Euros.

               Ayer pasamos un buen momento con el Petit Corona de El Rey del Mundo y hoy nos toca la misma vitola pero ahora de H.Upmann, este ejemplar está realizado a mano con hojas de las famosas vegas de Vuelta Abajo en Cuba. Presenta una manufactura pareja, con una presencia a los ojos de un color colorado maduro, con marcadas venas y una textura algo tosca, aunque presenta zonas más sedosas de textura aceitosa, el acabado de la perilla es algo irregular afeando el canon de este habano. Al peso contemplamos una buena carga de tabaco que comprobamos con un apriete suave y esponjoso pero con alguna zona de una dureza excesiva. Se presentaba sin variaciones en el empaque que se dispone en cajón corriente de 25 cigarros puros, con dos capas de 12 + 13 habanos separado con lámina de cedro, identificado con las siglas ROA y con fecha de manufacturación septiembre de 2006. Una preciosa anilla con ornamentos geométricos dorados sobre fondos blancos y rojos, el centro ocupado por una venera dorada con fondo blanco, alrededor se disponen las letras blancas de H.UPMANN en curva y debajo en recto se lee en letras blancas HABANA y debajo de ésta CUBA, sobre fondo rojo y orlando la marca dos racimos de laurel dorados, se remata la anilla a ambos lados con formas geométricas circulares de borde dorado con fondos blancos y rojos, sin leyenda. El corte lo realizo después del encendido con cortapuros de una hoja marca XICAR, con algo mas de la mitad del de cepo, resultando adecuado, limpio y recto en el corte. El encendido lo realizo con varilla de cedro. El aroma en crudo nos ofrece sensaciones a cacao y chocolate, con notas reminiscentes dulzonas. No puedo disfrutar de la fumada en crudo al realizar el corte posterior al encendido.

               Un encendido en el exterior resguardado de corrientes de aire, con la misma placidez y tranquilidad de momentos anteriores. Enciendo con varilla de cedro, rematado con mechero bic, cuando dispone de un buen aro de brasa, y posterior a la sensible agitación, dejo que desprenda un aroma muy dulzón previo al corte, después de algún minuto disfrutando de este olor a habano ejecuto el corte. Se presenta a nosotros un tiro excelente, con una cantidad de humo abundante y prolija, incluso yo diría que excesiva. Nos ofrece una combustión homogénea pero con algún tramo disparejo que corrige solo en el desarrollo sin necesidad de rectificación con ayuda externa. Una ceniza compacta de color gris claro, con finos anillos concéntricos de tonalidad más oscura, no hay presencias de escamas, cabe destacar que la primera ceniza cae demasiado pronto y nos deja una forma ligeramente cónica casi plana. El aroma es dulce y meloso, potente incluso reseñable para estar en exterior. El sabor que nos adelanta este puro son los dulzones con cacao, chocolate, como anotación negativa me llegan matices metálicos que espero que vayan desapareciendo en la fumada, al final de este tercio parecen llegar tímidos sabores especiados pero muy ligeros. La fortaleza de este primer tercio la debo situar en suave.

               Al comienzo del segundo tercio el tiro se mantiene excelente, con la misma cantidad de un humo blanco que envuelve la estancia donde nos encontramos en un rincón ciertamente habanero, la combustión ahora si es totalmente homogénea. Con lo que respecta al sabor han desaparecido los desagradables matices metálicos y ahora no llegan con tanta rotundidad los sabores del tercio anterior, y aunque se mantienen las notas de cacao y chocolate, aparecen también puntas tostadas, mezcladas con ligero retrogusto especiado. El aroma igual de potente, de notas dulzonas, con algunos matices leves de especias, tal vez unos apuntes de oloroso clavo, en todo momento nos llega a nosotros la presencia de su origen cubano. La ceniza vuelve a depararnos una compacidad de un color gris claro, con algunos anillos concéntricos de mayor tonalidad oscura, cuando vuelva a caer la ceniza resulta una forma plana. La fortaleza se mantiene en el mismo entorno de suave. A mitad de este segundo tercio aparece la indeseable llegada del apagado del habano, tan molesta siempre, que hace que comience de nuevo el ritual del encendido. Aprovecho la potencia y eficacia del cortapuros Xicar dando un corte para sanear toda la zona quemada y restituir la fumada en origen. Ahora en vez de varilla de cedro, utilizo por comodidad el encendedor Bic.
          
               Una vez reencendido el habano y con una buena brasa que cubre la totalidad del diámetro del mismo, limpio con agua mineral las papilas gustativas y entramos en la fase final con el tercer tercio, en el que otra vez el tiro resulta excelente como en los tercios anterior, con una carga abundante de humo en boca, que hace el deleite del fumador con la exhalación continua y duradera del mismo. La combustión se torna en heterogénea, puede ser debido al reencendido o tal vez la dureza que sentimos en la fase organoléptica inicial, lo que me lleva a realizar la rectificación con el encendedor. El sabor ahora se endurece, no sé si debido también al reencendido, pero llegan algunas notas amargas que no me hacen disfrutar en exceso del inicio de este último tercio, a medida que avanza el tiempo llegan de nuevo los tonos dulzones, pero ahora no tan matizado como anteriormente. El aroma continúa muy aromático y potente como los tercios anteriores. La ceniza nos ofrece una tonalidad gris clara, de buena compacidad y algunos anillos concéntricos, de nuevo cae la ceniza y nos ofrece una forma plana ligeramente cónica. La fortaleza aumenta considerablemente y se torna en media, incluso media-fuerte, después de una duración de 70 minutos dejamos relajarse al habano para morir con dignidad en el descanso del cenicero.





















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