jueves, 15 de agosto de 2013

Partagás. Culebras. Culebras. 15 de agosto de 2013.

     Partagás. Vitola de Salida Culebras. Vitola de Galera Culebras. Cepo 39 (15,48 mm). Longitud 146 mm. 18,75 Euros.

     Cuando se presentaron el día de mi cumpleaños del 2012 con este ejemplar de Culebras de Partagás la ilusión invadió mis ojos y mis manos, que se fueron raudas a tocar el precioso empaque y la particular confección de este habano, único en el vitolario. Lo alojé en mi modesto humidor desde octubre y lo he cuidado y mantenido a la humedad recomendada con el volteo periódico reglamentario. Mucho se habla de la manufactura de este culebras, en mi opinión me parece elegante a la vista y sumamente cuidado su empaque en cajón individual de Boite Nature.

     Es una manufactura en la que tres habanos se atan en un minimazo con colorida cinta roja y engalanado con una preciosa anilla en la que se pueden apreciar todos los escudos con mejor notoriedad que en el resto del vitolario de Partagás. Podemos decir que es una labor pseudo figurada, pues de la confección de tres habanos parejos al realizar el mazo queda con una forma serpentinata, que cuando uno los separa del haz, quedan poco lucidos a la vista. Se realizan totalmente a mano con hojas de las famosas Vegas cubanas de Vuelta Abajo. Se presenta con un colorido carmelita o colorado muy bonito, con gran uniformidad en todo el recorrido del mismo, con venas marcadas y dobleces muy visibles propias de su manufactura exclusiva, que rematan con una perilla que pasa inadvertida en la continuidad de la vestidura de la capa. En las manos se presenta ligeramente seco, con algunas partes de mayor dureza que conjugan con otras con mayor esponjosidad, pero si el apriete es excesivo la capa se resquebraja levemente, por lo que obvio seguir con la apretadura. Una preciosa y no menos elegante anilla con un profuso fondo rojo con bordes dorados, en la parte central orlado en reborde curvilíneo dorado se muestran dos escudos, en la zona izquierda un escudo cuarteado con fondos alternados de campo en gules con torres en oro y campo en blancos leones rampantes en gules, en la derecha otro escudo dispone una cruz blanca con borde dorado en campo de gules, entre ambos y encima se dispone una corona en dorado y debajo de ésta una hoja de lis, a ambos lados de los escudos racimos de hojas de laurel en dorado, en la parte inferior del área descrita con antelación y con letras blancas la leyenda "PARTAGAS" y debajo de ésta "HABANA-CUBA" y en la parte superior la leyenda “CULEBRAS”. En los laterales con el fondo rojo intenso cuatro medallones circulares en cada lateral con distintos elementos, encima de los iniciales medallones ramos de hojarascas en dorado, en la izquierda aparecen medallones con los motivos siguientes un rostro de un hombre barbado, una escena cotidiana con dos hombres, una medalla con borde laureada y por último una escena con la presencia de una mujer, en la derecha los medallones presentan los motivos del rostro de una mujer coronada con laurel, un ángel alado trompetero, una escena deportiva con un hombre corriendo y por último una escena de dos hombre sentados, al final de los laterales dos bandas rectas paralelas doradas rematan esta bella anilla de Partagás. La presentación es impecable, cada unidad independiente en cajón individual de Boite Nature y éstos a su vez en agrupados en cajón habilitado de tres unidades. Está identificado el cajón con las iniciales LRE y fecha de manufactura marzo de 2009. Realizamos el corte después del encendido por lo que no podemos reseñar la fumada en crudo de este ejemplar tan curioso para nosotros. El corte es realizado con cortapuros de dos hojas marca XICAR, con algo más de la mitad del cepo, siendo el resultado recto, homogéneo con leve desprendimiento de la perilla. Se realiza el encendido con varilla de cedro preencendida con mechero Bic. Cuando nos acercamos el habano a la nariz en frio anotamos aromas amaderados, florales con retrogusto de ligero dulzor, aparecen notas especiadas cuando apretamos la cabeza del habano y aspiramos sus aromas.

     Hoy resguardado del viento presente en esta zona, me permito hacer el encendido en el exterior y tengo que decir que sigue siendo uno de los momentos más placenteros de la fumada, me tomo mi tiempo, preenciendo la varilla de cedro con el encendedor Bic, acerco ligeramente la llama al habano y vamos girando pausadamente hasta alcanzar el disco de brasa adecuado, para luego rematar la acción con ligeros movimientos de muñeca derecha, una vez realizado este primera liturgia acerco el cortapuros y realizo el corte, y nos relajamos con la primera bocanada de humo, se nos presenta con un tiro excelente, con una carga de humo en boca considerable que exhala un exquisito y cremoso humo blanco que inunda de aromas de Cuba la estancia de flores y arbustos en la que me encuentro. No estoy acostumbrado a este formato serpentinato, no queda elegante la presencia ni en mano ni en cenicero, pero tengo que decir que la combustión se presenta de forma homogénea, dando una ceniza de tonalidad gris clara, con escasez de anillos, y aunque cae de forma temprana lo hace con un resultado plano. A la nariz nos llegan aromas muy amaderados, muy cubanos y muy partagasianos como no podía ser de otra manera. En boca reseñamos sabores de maderas secas, con fondos algo seco, con un retrogusto en el fondo de la boca más fuerte que en la zona de labios, llegan tímidas notas especiadas y algunos tonos de ligeros tostados. Con respecto a la fortaleza podemos situarlo en la gama media, algo no tan frecuente en Partagás pero que en mis últimas fumadas como la vitola Short también tuve la ocasión de situar ese rango en su primer tercio.

    Entramos en el segundo tercio de este habano tan peculiar y el tiro se mantiene excelente, seguramente aunque parezca lo contrario debido a su confección debe emplearse poca carga de tabaco para su torcido y entrelazado correcto, lo que hace que el tiro esté asegurado por ello. Con este tiro tan excelente podemos disfrutar de buena carga de humo en boca, cremoso, inmenso, incluso se puede masticar, toda una sensación, además en la exhalación nos lleva a la visión de una nube blanca azulada que hace un contraste maravilloso con los verdes, rosas, fucsias, naranjas y amarillos del entorno jardinero en el que me encuentro. Ahora sin embargo la combustión se torna en heterogénea al llegar a la curvatura, no arde forma por igual, voy a esperar a ver si el rectificado se consigue solo antes de forzarlo con el encendedor Bic, la ceniza ahora es más prolija, más compacta de n bello color gris claro, con anillos concéntricos extensamente separados de color más oscuros, pero se afea la fumada por tener alguna zona algo despeinada en la zona de curvatura. Al ver que la rectificación por sí sola no se realiza, la fuerzo con el encendedor, cae la prolija ceniza en este segundo tercio con un resultado en forma plana. En este segundo tercio la gama de sabores se acompleja con respecto al tercio inicial, llegan notas de mayor potencia, aunque siguen presente las maderas, éstas decaen y se incrementan los tostados y llegan como novedad sabores empíreos cafeteros y achocolatados, en el retrogusto se anotan las especias, éstas últimas ahora con mayor profusión. También ganan en complejidad y matices los aromas donde se dan citas las maderas, las especias, los dulces toques melifluos y los tostados, todo una gama de sensaciones aromáticas que dan un bello esplendor a este ejemplar partagasiano. Ahora se incrementa la fortaleza y aún sin llegar al grado fuerte, lo situamos más en la zona media fuerte, más típico de las fumadas de Partagás.

     Iniciamos el tercer y último tercio de este delicado ejemplar con una forma ahora casi pareja, han desaparecido casi las curvaturas que le dan identidad a esta vitola y ahora se nos presenta con una forma pareja, más estética tanto en mano como en cenicero. Lo que no ha perdido este habano es fuerza y excelencia en el tiro que de nuevo se presente formidable, cada calada nos devuelve a un trocito de Cuba y eso es algo maravilloso para el fumador, evocar a la isla donde se cultivó, se trató con delicadeza la hoja y se manufacturó para el deleite último de ser fumado. La combustión se torna de nuevo heterogénea y hago el rectificado con encendedor Bic para darle mayor belleza a la ceniza, que de nuevo se nos muestra prolija, algo despeinada, pero de una bella tonalidad gris clara, con anillos concéntricos de finos formas, cae la última ceniza con suavidad y dejan la forma de nuevo plana, una fumada perfecta en ritmo. En la gama de sabores se nos presentan de nuevos notas tostadas, mayor presencia de sensaciones empíreas, restos muy leves de maderas y un retrogusto potente de especias. Y qué decir del aroma, pues que estamos delante de un verdadero Partagás, que también lo evidencia esa fortaleza que ha llegado a su plenitud y su rango superior que lo sitúa en la gama de fuerte. No quiero acabar con esta deliciosa fumada, con este ejemplar que reposó y se acondicionó durante tanto tiempo en mi humidor, lo apuro hasta el final, casi quemándome los dedos y las manos, después de unos interesantísimos 89 minutos, con la recompensa de tener a mi disposición otros dos ejemplares del minimazo reposando en mi humilde humidor.

















































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