domingo, 5 de julio de 2020

Partagás. D Nº4. Robustos. 5 de julio de 2020

     Partagás. Vitola de Salida D Nº4. Vitola de Galera Robustos. Cepo 50 ( 19,48 mm). Longitud 124 mm. 12,40 Euros.

     Este habano tiene una bella historia, bueno este y su hermano que fueron un regalo de mi cuñado Paco Caballero cuando visitó Andorra y entró en una maravillosa cava de la zona, la cava de The Cigar Shop en Andorra la Vella. Y de eso han pasado ya dos años, su hermano gemelo lo fumé mayo del año pasado y le ha llegado el momento de darle candela a este bello ejemplar.

     En tiempos fumé el Robustos de H. Upmann en su edición limitada de 2012 y aunque no soy de cepos gruesos, ese habano fue todo un deleite.

     Esta bella labor de Alta Regalía que tenemos entre los dedos, está realizado a mano con hojas de las vegas de Vuelta Abajo en Cuba. Se trata de una manufactura pareja, vestida con una capa preciosa con venas bien tratadas, brillante, ligeramente oleosa tendente a la sequedad y un tacto en su recorrido poco sedoso. Tenemos un problema con el peso pues su hermano gemelo me dio en el peso 13,63 gramos y éste sin embargo fue 11,01 gramos. Puede tratarse de que al comprarse por separado pertenezca a distintos empaques. El peso que nos da la web https://www.cubancigarwebsite.com/cigar/officialweights es 11,66 gramos. Tiene con una buena carga de tabaco y cuando aprieto, se produce una sensación rara, pues al apretar parece que cruje con lo que podemos tener algún problema de combustión, al estar ligeramente seco y la combustión será más rápido y la duración del mismo será más corta. No se aprecia ninguna dureza ni ningún defecto en la construcción. No pude disfrutar de la visión del empaque en cajón de Semi Boîte Natural, desconozco la fecha de fabricación y su identificación, pues como decía al principio se trataba de un regalo. Esta labor viene en tubo de aluminio Premium con una hoja de cedro envolviendo el habano, el tubo es elegante con un negro pulcro y la misma anilla que rodea al habano por dentro la trae por fuera en el tubo. La anilla, de un rojo carmín intenso con dobles bandas lineales y letras doradas en la que se puede leer la leyenda “SERIE D Nº4 PARTAGÁS –HABANA”. El corte lo realizo antes del encendido con cortapuros de una hoja marca XICAR, con algo más de la mitad del de cepo, resultando adecuado, limpio y recto en el corte. El encendido lo realizo con mechero bic. El aroma en crudo nos ofrece sensaciones a maderas secas, a tostados, notas melosas y dulces, no llega ninguna sensación picante. La fumada en crudo nos dan unas notas dulces, amaderadas.







    Que placentera es la sensación del inicio de la fumada, comienzo a quemar esta labor con el encendedor bic, sin prisas, girando lentamente el cigarro para que vaya cogiendo calor todo el anillo del mismo. Al quemar la capa comienzan unos ricos aromas cubanos, partagaseros clásicos, maderas, toques dulzones y melífluos. La primera calada nos lleva al terreno de las maderas, los tostados, con retrogusto dulzón, meloso y azucarado. El tiro de este primer tercio es excelente, yo diría que imponente, con gran bocanada de humo, que exhala un denso y cremoso resultado en esta atmósfera cálida en la que estamos y casi podemos tocar y palpar con los dedos. La combustión en principio está siendo homogénea con una ceniza consistente, sin defectos, con una tonalidad gris claro. Pero a medida que avanza este primer tercio, tengo que rectificar la combustión porque estaba quemando dispareja, y me molesta mucho esa imagen de quema, por ello acerco el encendedor y procedo a la rectificación. Aunque este problema de la combustión se hará presente en toda el desarrollo de la fumada. Al final del primer tercio la ceniza es prolija, con una bella coloración gris clara, aunque de tonalidad más oscura en la zona del pie de la labor. Durante este primer tercio tenemos una fortaleza media que me agrada mucho. Yo que no soy de fortaleza fuerte, me encanta que los habanos considerados como fuerte no lo sean tanto.








































     Cae la ceniza en el inicio del segundo tercio, el resultado de la misma es plana, ahora la quema está siendo pareja y homogénea, los aromas se mantienen como el primer tercio. Si la fortaleza del primer tercio dijimos que era media, ahora aumenta y llegamos a una fortaleza media fuerte. Los sabores se van matizando, aunque siguen predominando las maderas, los tostados, con toques de cacao, café y frutos secos, se van perdiendo los matices dulces. El tiro sigue siendo excelente, así como la liberación en boca de esas espectaculares bocanadas de humo cremoso, denso que dibujan figuras imposibles en el aire. La combustión en este segundo tercio es homogénea, la ceniza es compacta, con un color gris claro casi nívea, sin apenas rodales. Al final del segundo tercio la capa del habano sufre una apertura en forma longitudinal, puede ser por la conservación, que la capa al estar un poco seca y ahora con el calor se haya abierto. Afea la fumada pero no podemos hacer otra cosa. Además la conservación en el tubo de aluminio cubierto de lamina de cedro hace que la misma se considere adecuada, además lo tuve en lugar habilitado con una temperatura media de 18ºC todo el tiempo que estuvo allí e intentando mantener la humedad en el humidor, pero este húmidor no tiene higrómetro y tal vez sea este el motivo




     Comenzamos el tercer y último tercio, la ceniza no ha caído y la mantenemos en este último tercio. El tiro sigue siendo excelente en esta labor. Ahora pasamos el humo por nariz y desprende unos matices tostados, amaderados y vuelven a resurgir las notas dulces. Si en el segundo tercio la combustión fue homogénea, ahora se nos vuelve dispar y necesitamos de nuevo rectificar con el encendedor bic, una pena. En este tercer tercio me desconcentré con la combustión y entre unas cosas y otras bajó el nivel de tiro y de quema, por lo que casi se apaga la labor, por lo que me tuve que poner a la brega para volver a darle vida a este excelente habano. Es un habano complejo, que necesita del fumador estar pendiente de él durante toda la fumada, no permitiendo despistes ni otros actos que nos arruinen la fumada. La fortaleza aumenta llegando a fuerte. Recordar que empezamos con una fortaleza media en el primer tercio, seguimos a media fuerte en el segundo tercio y ahora terminamos con una fortaleza fuerte. El tiro vuelve a ser excelente, la bocanada de humo intensa, cremosa como durante todo el desarrollo de la fumada. Cae casi al final la ceniza de nuevo con forma plana, una ceniza gris clara, prolija y bella. Ahora retiro la sencilla anilla de este DNº4 y disfruto de estos momentos finales, de aromas y sabores más potentes, pero en línea con los tercios anteriores, y como siempre hacemos, dejamos reposar a la labor cubana en su descanso eterno.






     El deleite se acaba después de unos magníficos 73 minutos, en esta tarde calurosa de verano, típica del estío cacereño damos conclusión a este puro excelso, redondo, salvo por los problemas de combustión en los tercios primero y tercero, pero por lo demás es una labor a la que es necesario volver de vez en cuando y eso que no son mis calibres preferidos, pero es una gran habano este DNº4.

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